Los juegos forman parte de la cultura moderna y contemporánea, un fenómeno que se ha hecho cada vez más popular en las sociedades actuales y que está llamado a crecer en un futuro próximo. Por algunas razones particulares, que analizaremos con más detalle a continuación.
Internet ha revolucionado la forma de entender la realidad y ha volcado las prioridades, proyectando incluso los juegos a otras dimensiones. Hoy en día se puede jugar gratis y apasionarse con miles de títulos y sagas, historias y aventuras. De todo tipo.
Esta moda en la red ha puesto los juegos en el punto de mira de la sociología y la antropología y, sin duda, todo el mundo del juego se ha beneficiado de ello, rompiendo bastantes tabúes.
El primer y más evidente tabú sobre los juegos online: el de ser auténticos medios de alienación. Opinión equivocada.
La historia reciente, con la complicidad del Coronavirus, es una maestra elocuente: los juegos gratuitos en línea se han convertido en un pasatiempo y un centro de agregación en un momento en que la gente estaba a distancia y encerrada en sus casas. De hecho, un PC con una conexión normal era suficiente para reunir a dos amigos o hacer que dos personas se encontraran virtualmente, estamos hablando de la función multijugador.
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La explosión de juegos como Fortnite y Call of Duty no es una casualidad. Estos juegos, gratuitos y en línea, han creado vínculos a la altura de muchos otros. Más bien uno se pregunta, a estas alturas, ¿qué efecto tienen los juegos en línea, cada vez más populares, en los usuarios? Atención, estimulación y disfrute a través de la producción de dopamina.
Empecemos por las ventajas: el juego en línea, incluso obviamente gratuito, es divertido porque no tiene limitaciones, no es percibido por los usuarios como un compromiso o una manía, sino, precisamente, como un entretenimiento.
A esto se añaden razones puramente científicas: los efectos positivos en el cerebro del usuario medio. Los que juegan notarán inmediatamente los beneficios en términos de atención, estimulación y entretenimiento. La dopamina que libera el cerebro cuando se juega, y se divierte, activa neurotransmisores capaces de causar placer al individuo.
Los efectos son, por tanto, atribuibles al placer y al bienestar psicofísico, pero también emocional, ya que los juegos tienen un gran potencial emocional. Esto es tanto más evidente cuanto más se investigan los diferentes tipos de juegos.
Por ejemplo, consideremos el segmento de las máquinas tragaperras gratis, un pasatiempo para muchos, siendo estos juegos de casino una verdadera pasión para más de dos millones de españoles. Los efectos, incluso en este caso, son positivos. Momentos de ocio, disuasión del estrés, diversión y entretenimiento. Pero ciertamente no sólo esto.
Gestión, control, calma y despreocupación. Todos los juegos representan, de alguna manera, una salida, una ruptura con la vida y los problemas cotidianos. Hay muchas contraindicaciones, pero los efectos beneficiosos son innegables si se juega de forma responsable. Y ahora todo el mundo puede verlos.
